¿Qué es el lördagsgodis?

Isabelle
22.09.2024

La traducción literal de este concepto sueco como "los dulces del sábado" no es suficiente para comprender realmente el sentido ni el alcance de esta tradición nacional sueca. Una pequeña visita al Konsum o al ICA del barrio, un sábado, será mucho más eficaz para captar la mezcla de emoción, fervor infantil y sensación de liberación que se oculta detrás de este rito típicamente escandinavo.
Sin duda, se sorprenderán de ver que los adultos, o mejor dicho, los niños grandes, a veces tienen los ojos tan brillantes (o más) que sus hijos al escoger las distintas variedades de dulces para llenar su bolsita semanal.

¿Tradición o necesidad de regulación?

¿De dónde viene esta tradición? ¿En qué se basa y qué significado tiene en este pequeño reino del norte, famoso por tener el mayor consumo de dulces del mundo? Una institución en Suecia desde los años 50. A fines de los años 40, este concepto curioso surgió con el llamado experimento de Vipeholm (Vipeholmsexperimenten). Vipeholm es un barrio en la encantadora ciudad de Lund, en Escania, donde se encontraba un hospital psiquiátrico que lanzó el famoso programa de investigación sobre la caries dental.

Fotograf Hans Malmberg Källa/upphovsrätt : nordiska museet

El programa duró 10 años (de 1945 a 1955) y fue financiado por una asociación de dentistas y varias empresas de confitería. El objetivo era erradicar la caries, un verdadero azote en Suecia en los años 40, donde incluso los niños pequeños tenían dientes cariados. Se administraron grandes cantidades de azúcar a mil pacientes en forma de un caramelo llamado "Vipeholmstoffee", distribuido regularmente para demostrar los efectos devastadores del azúcar en los dientes.

El experimento fue concluyente: al finalizar, todos los pacientes tenían unas veinte caries. Se concluyó que la industria de la confitería tenía su parte de responsabilidad y que era necesario cambiar las normas de higiene dental. El estudio también mostró que consumir muchos dulces un solo día era menos perjudicial que consumirlos regularmente. Así nació el concepto de "lördagsgodis."

¿Una cultura escandinava?

Entonces, ¿limitar el consumo a un solo día realmente limita la cantidad? Los suecos consumen dulces solo los sábados, como dicta la tradición, pero son los mayores consumidores de dulces en el mundo, con unos 17 kg al año por persona. Se llenan de dulces el sábado y se abstienen durante la semana, creando una dependencia exacerbada por la frustración semanal. Este modo de consumir se relaciona también con otro concepto sueco: el "mysigt", el deseo de crear un ambiente acogedor al final de la semana.

¿Cómo juzgar este consumo compulsivo? No se puede más que constatar que se vuelve rápidamente dependiente del azúcar, y los suecos, acostumbrados a la moderación durante la semana, tienden a los excesos durante el fin de semana: un fenómeno similar se da también con el alcohol, cuyo consumo se concentra en el fin de semana. La diferencia es que las estadísticas protegen su consumo global, que es más bajo en comparación con los latinos. Además, en el norte de Europa existe una especie de mitología de los dulces: sus formas, colores y sabores variados (dulce, amargo, ácido) fascinan a los nórdicos tanto como los diferentes tipos de quesos o vinos encantan a los franceses.

Los intentos de salir del círculo vicioso

Desde la observación hipnótica de los niños al comienzo de la escena hasta la sesión de atracón final que la sigue, los caramelos forman parte integral del imaginario sueco. ¿Cuándo llegará un impuesto sobre el azúcar como en Finlandia y Noruega? Sin embargo, en Suecia, al igual que en muchos otros países, la obesidad está en constante aumento y la idea de un impuesto sobre el azúcar (söckerskatt) ha sido discutida varias veces en el parlamento sueco. Sin embargo, en Suecia esto nunca ha prosperado, ya que se prefiere poner énfasis en el desarrollo de la actividad física y en medidas destinadas a fomentar la práctica regular de algún deporte en lugar de considerar una posible limitación del consumo. En Escandinavia, los vecinos daneses intentaron la experiencia del "söckerskatt" en 2009, pero la detuvieron en 2012 al considerar que los resultados no fueron concluyentes. Noruega, por su parte, ha establecido un impuesto sobre el azúcar desde 1981 y ha obtenido resultados muy alentadores, especialmente en la disminución de problemas dentales. Finlandia (otro país del norte fuera de Escandinavia) creó en 2013 un impuesto sobre los caramelos para reducir un consumo considerado excesivo por las autoridades de salud y continúa sus esfuerzos. Aunque el debate regresa regularmente al parlamento sueco, hasta ahora no ha surgido ningún impuesto sobre el azúcar en el reino, y los dulces en Suecia siguen siendo muy accesibles y de bajo costo.