Mysig, ¿qué es?

Isabelle
09.11.2024

Imaginen una larga noche de invierno, con los copos de nieve bailando afuera de la ventana. Están cómodamente instalados en un sillón acogedor con una manta, una taza de chocolate caliente humeante en la mano, y algunos pequeños bizcochos con especias en un plato. A su alrededor, una luz suave y algunas velas aromáticas crean un ambiente relajado y amable. Se sienten relajados, desconectados del resto del mundo, y muy satisfechos de poder disfrutar plenamente y simplemente del momento presente y de sus seres queridos.
Pues bien, acaban de descubrir lo que los suecos llaman mysig…

Mys, mysa, mysig… un arte de vivir ante todo

Mysig es una palabra sueca que desafía cualquier traducción literal. Piensen en una combinación de confort, calor y bienestar, todo envuelto en un ambiente acogedor y humano. Es algo así como si el concepto danés de hygge (mucho más conocido y también algo noruego, hay que decirlo) hubiera invitado a su primo sueco para un fin de semana de relajación.

Entonces sí, es una imagen que permite acercarse un poco al concepto, pero no entenderlo completamente, porque, en mi opinión, el concepto de «mysigt» es mucho más amplio... Para los suecos, mysigt no es solo una palabra, es un arte de vivir y una forma de considerar calmadamente lo que te rodea con un desapego medido y una satisfacción centrada en el placer experimentado en el momento presente y nada más. Es la posibilidad de crear una burbuja afectiva reconfortante durante unas horas para recargar energías y luego enfrentar la adversidad de la vida, con más serenidad y armado(a) con nuevas fuerzas.
También es un sentimiento voluntario de extinción momentánea donde ninguna agresión del día a día puede alcanzarte, una forma de quietud emocional fuera del tiempo. Durante unas horas, dices no a las preocupaciones del mundo y te concentras en imágenes positivas y reconfortantes, en tu pequeño mundo, tus seres queridos, tus amigos, y disfrutas de su presencia y del bienestar que te brindan.
Es, en cierto modo, una filosofía de vida, un momento de consuelo que los suecos utilizan regularmente y que les permite escapar del estrés, mostrando siempre esa actitud relajada y serena que la imaginación colectiva latina a menudo les atribuye. Esta actitud no es innata, resulta de un trabajo cultural y de muchas sesiones de mysigt.

Mys, mysa, mysig... y todos sus derivados

En sueco, mysig es un adjetivo, mysigt la forma adverbial, mysa el verbo, etc. La lista de declinaciones es larga porque en la misma familia también se encuentran los sustantivos mysande y (más raro) mysighet, lo que dice mucho sobre la importancia de este concepto que está presente en todas partes del idioma sueco.

Y eso no se detiene ahí, porque sobre este concepto típicamente sueco se construyen muchas otras palabras y expresiones derivadas: fredagsmys (cocooning de los viernes), mysbyxor (pantalones de relax), mysdress (ropa de relax), julmys (ambiente acogedor de Navidad), påskmys (ambiente acogedor de Pascua), myshörna (un rincón de relax), mysfåtölj (sillón acogedor), mysfarbror (un tío muy simpático), y la lista es realmente muy larga.
Es un concepto que se usa a diario en Suecia y un prefijo-sufijo que se aplica en muchos ámbitos diferentes. Es un concepto que impregna el estilo de vida de los suecos, pero también, como el hygge danés (ya algo desgastado), una palabra que, según un artículo del New York Times, está incluso a punto de convertirse en la nueva tendencia en diseño.

Mysa, un acto de resiliencia frente a la oscuridad y el frío...

En un país donde el invierno parece durar siglos, también podemos preguntarnos si no es simplemente una respuesta lógica ante la angustiante combinación de frío y oscuridad que, cada año, entre noviembre y febrero, viene a pesarosamente afectar el ambiente. Sí y no, podría pensar...

Sí, porque se puede entender que uno necesite equiparse y armarse de paciencia para superar estas dos pruebas al mismo tiempo: hay que tener una pequeña luz interior para resistir a ese descenso angustioso en la oscuridad y a esas sensaciones de frío intenso en todo el cuerpo. Entonces, saber crear un ambiente mysig claramente puede ser un excelente remedio para mantener el ánimo y seguir adelante. Por otro lado, la ventaja del carácter cíclico del episodio « tengo frío, tengo miedo y me voy a morir » es que uno tiene tiempo para organizarse y establecer estrategias de resiliencia para superar cada año la montaña insuperable; la explicación tiene sentido, diría yo...

Pero también una filosofía milagrosa...

Sin embargo, aunque la relación entre el « mysigt » y el clima parece evidente y manifiesta, también hay que precisar que los suecos son capaces de « mysa » también en verano. Se podría invocar que, por el contrario, la dureza del invierno permite desarrollar la satisfacción y la gratitud cuando finalmente nos ha dejado, y el deseo de disfrutar al máximo de la más mínima fuente de felicidad, de un pequeño rayo de sol: todo puede convertirse entonces en « mysigt », como explica tan bien Catharina Björkman (diseñadora sueca para Contura) en un artículo de la revista Country and Town House

"En Suecia, sabemos demasiado bien que los días oscuros y el frío pueden hacer que las cosas se vuelvan un poco grises. Pero al centrarnos en los pequeños momentos que traen alegría a lo largo del día, es mucho más fácil encontrar satisfacción y equilibrio. Al reconocer y celebrar estos pequeños momentos cotidianos de mysig, podemos cambiar nuestro estado de ánimo para enfocarnos en la positividad y disfrutar plenamente del camino. Es un verdadero bálsamo para el alma."

El "mysig" es, por lo tanto, una verdadera filosofía de vida que se practica en Suecia desde el nacimiento y que se desarrolla en los niños a lo largo de toda su vida. El asombro ante las cosas simples y positivas se cultiva, cada pequeña alegría del día a día aparece como un milagro estimulante que alivia y anima, evitando que se pierda el ánimo.